Los productores son los principales perjudicados por los incendios en el delta entrerriano.
Ricardo Espinoza, Médico Veterinario y productor de Victoria, dijo que se “está viviendo una situación complicada que no se daban cuando los humedales presentaban una situación normal porque se encontraban con agua. Si bien se registraban algunos incendios lo más grave que podía pasar era de que se quemaran algunos albardones”. Ahora, con esta sequía que no tiene precedente el panorama es otro. Está el caso de la Laguna del pescado y otros lugares que jamás se habían secado, hoy es tierra únicamente. Otro fenómeno es el de ver a pescadores a la vera de la ruta que une Victoria con Rosario, algo que nunca ocurría”.
Calificó como “injustas las acusaciones que se realizan contra los ganaderos, máxime cuando la cantidad de hacienda bajó entre un 70 y un 80% de lo que supo tener la zona.”
Sobre las quemas indicó que se “trata de una práctica ancestral que viene de los tiempos de nuestros abuelos, en tiempos en que las islas estaban crecidas quemándose los albardones para eliminar la paja brava, pero en esta época, donde no hay nada de pasto, es imposible que se queme para que venga una pastura como se ha dicho en forma errónea”. Dijo que es altamente probable que se “hayan generado incendios por una serie de descuidos totalmente evitables en una zona muy amplia en donde la mayoría de las islas tienen propietarios, mientras que otras son fiscales”.
Sostuvo que el “primero que cuida el medio ambiente y la sustentabilidad ,porque es su vida,es la gente que vive en las islas y de las islas”.
Opinó que la notoria bajante del Paraná “permitió que se acumule mucha materia seca, que se transforma un combustible que cualquier chispa puede encender como está ocurriendo tanto en las islas como en tierra firme”.
En cuanto a los productores que “trabajan en el delta, detalló que uno que tenga 2000 hectáreas es comparable a uno que tiene 100 en tierra firme, tanto por la fertilidad como por la capacidad receptiva que pueda llegar a tener de hacienda. Se habla mucho de grandes productores en la isla, y salvo casos excepcionales que están más cerca de Rosario y de Buenos Aires, en Victoria y Diamante tenemos que hablar de pequeños y medianos productores que están sometidos a los designios del tiempo. No nos olvidemos que en febrero de 2007 una creciente que sorprendió a todos provocando una mortandad importante de hacienda que había llegado a la zona por el avance de la soja y la falta de campos”. Espinoza sostuvo que las islas son “para quienes habitan las mismas, porque ellos saben cuándo hay que salir, anticipándose al clima o cuando traer hacienda”.
Opinó que la “ganadería no es la culpable de los incendios, todo lo contrario. Una mayor carga animal hubiese terminado con los pastos secos, pero por una cuestión de costos, inseguridad, se retrocedió en la cantidad de vacas”.
Dijo que la seca está trayendo un “problema que muchos no ven y es el de que al secarse las lagunas los peces no se pueden reproducir, siendo el caso más emblemático el del sábalo”.
Indicó que el “puerto de Victoria es el que más exporta pescado de agua dulce en toda Latinoamérica , tratándose de una empresa que genera mano de obra genuina”. Por otro lado cuando el rio está bajo se “ingresa en el límite de la depredación”.