La Coperativa de Mansilla realizó la primera faena de corderos en un frigorífico adaptado para ovinos y caprinos
Ricardo Garzia, presidente de la Cooperativa Agropecuaria Federada Gobernador Mansilla, titular de la filial Faa en la mencionada localidad, señaló que la primera faena en el frigorífico de ovinos y caprinos fue un éxito. Resaltó que se aprovechó todo el animal y que se cumplimentaron los tres ciclos en los que se puede calificar a un frigorífico, como faena, cortes, procesamiento, envase y fabricación de embutidos. Dijo que la meta es llegar a faenar 100 animales diarios.
Mansilla, localidad ubicada en el departamento Rosario del Tala, tiene 3000 habitantes, la mayoría de ellos vinculados en forma directa o indirecta con la producción agropecuaria. El Ingeniero Agrónomo Ricardo Garzia, uno de ellos, recordó que en el 2012 se fundó la cooperativa que hoy preside. Dos años después, marzo del 2014, la cooperativa “pudo adquirir el medio frigorífico en Mansilla que en su momento había sido diseñado, pensado para la faena de vacunos”. Una vez comprado-sigue-, planificamos un rediseño con una consultora que se encuentra en el Parque Industrial de Merlo en la provincia de San Luis. En base a ese trabajo se modificó la planta para la faena de ovinos y caprinos”.
El miércoles, la Cooperativa Agropecuaria Federada de Gobernador Mansilla, realizó la primera faena. Fueron 23 corderos que se mantuvieron en cámara de frío hasta el viernes, jornada en la que se los procesó y envasó. Dijo que se “trató de una media faena, dado que aspiramos a llegar a los 100 animales diarios”.
Explicó que a los frigoríficos se los clasifica en ciclos. Ciclo I, Ciclo II y Ciclo III. En el primero, detalla, se “faena el animal,cuerea todo el trabajo de eviscerado, lo pone a enfriar y lo vende; mientras que el Ciclo II es cuando se toma la res, o la media del animal, y se le hace algún tipo de proceso como desposte y cortes. En nuestro caso hacemos cortes de animales pesados, razón por la que demandamos ejemplares con buen kilaje. A esos cortes-sigue- los envasamos al vacío y todo el animal termina en un envase secundario, una caja de cartón con las bolsas de vacío conteniendo diferentes tipos de cortes con un film termocontraíble, sube al camión y se va”. Destacó que el frigorífico, tiene una “cámara de ciclo III que cuenta con un equipamiento para hacer embutido.- Es así que el frigorífico puede hacer morcilla, salame, chorizos, salchicha parrillera”. Contó que “cuando terminamos el envasado al vacío de los cortes de carne, hicimos un embutido de morcilla ovina que lleva una mezcla de cerdo en lo que fue el último trabajo de la primera faena, en donde se aprovechó el ciento por ciento del animal”.
Garzia señaló que es “muy difícil gestionar un frigorífico que tiene tres ejes. Todo lo que tiene que ver con los productores, calidad de carnes, categoría, peso de faena, razas, cruzamiento entre razas, distancia a planta de faena, cantidad de productores. Un desarrollo de trabajo que hay que coordinar, después organizar la faena en sí, como las buenas prácticas de faena, interactuar con el Médico Veterinario, ver que los animales no tengan ningún tipo de problema, colgarlos en el frío como corresponde, el agua, energía eléctrica, personal, muchas cosas en el proceso central de la carne”.
Dijo que la tercera pata es la comercial que “ahora vamos a ver cómo responde la gente a lo que nosotros estamos presentando, como cortes, dos kilos, de asado de capón con el costillar y el matambre en una bolsa de vacío con su correspondiente etiqueta, donde se detalla peso y el nombre del producto”. Esto- destaca- es el “agregado de valor del frigorífico de Mansilla, además de otros cortes y los ya mencionados embutidos”.
Mencionó que el “frigorífico genera mano de obra directa a 16 personas, más los que trabajan en manera indirecta y que se busca tener continuidad en la faena, que no sea solamente un contrato de locación y que lleguemos a los 100 animales diarios”.
El objetivo del proyecto, en definitiva, es ser la boca de salida para que en la provincia se puedan hacer animales más pesados que permitan la venta de cortes de carne ovina, para así impactar en los números por hectárea y predio.
Una de las propuestas de Garzia es la de que el productor sostenga el ovino en el campo hasta que, al cabo de 8 a 10 meses, engorde hasta los 60 kilos. Lo que intenta esta práctica frigorífica es cambiar el modelo de engorde y el peso de faena. Que los productores dejen de vender liviano y dejen de vender de forma estacional”, explicó presidente de la Cooperativa de Mansilla..
Como el rendimiento de esos ovinos a gancho llega al 50%, la producción de carne por cabeza es de unos 30 kilos. La cooperativa comenzó a operar ofreciendo unos 220 pesos por kilo de carne (más IVA) de ese capón, con lo cual el ingreso del productor por cabeza llegaría a los 6.600 kilos. Pero como en una hectárea el chacarero pudo criar 6 corderos, los ingresos se multiplican hasta casi 40 mil pesos por hectárea.
“El chacarero tiene los recursos, no le cuesta nada. No tiene que hacer inversión ni poner un engorde a corral. Es pasto con algunos gramos por día de maíz entero. Ni siquiera lo tiene que partir. Es un pequeño suplemento o una buena pastura de alfalfa con rotativo“, señaló el federado.
Frente a esta opción, la cría bovina más difundida en esa provincia ofrece márgenes mucho más exiguos. A los altos precios actuales, el kilo vivo de ternero vale unos 220 pesos. Vendiéndolo a los 180/200 kilos de peso, el productor puede equiparar el ingreso bruto obtenido por los ovinos. Pero como la producción por hectárea era de 0,70 terneros, finalmente el rendimiento por hectárea se verá reducido un 30%.