Las lluvias no solucionaron el desastre ocasionado por tres años consecutivos de sequía. La última fue la más con pérdidas millonarias en maíz y soja de primera y muy pocas, casi nulas expectativas, con las sojas y maíces de segunda.
Productores de todo el país han tenido que echar mano a parte de su rodeo vacuno y fierros para pagar los arrendamientos. La cadena de pago se ha cortado y muchos cheques han rebotado por falta de fondos. Preocupación en todo el sector productivo por la falta de apoyo y de medidas que se han anunciado y no se han cumplido por parte del estado nacional. El malestar es muy fuerte en todas las producciones y no se descartan medidas de fuerza.
Junto al federado Demetrio Melchiori, productor de la zona rural de Costa Uruguay y Perdices en el departamento Gualeguaychú, recorrimos lotes de soja y maíz segunda para verificar el estado de los cultivos. Las lluvias permiten apreciar un verde que engaña. Relacionado a un maíz de segunda, Demetrio contó que “comenzó a florecer con la sequía y en plena ola de calor. Sacó la flor masculina que es la de arriba; mientras que la femenina surgió después de las últimas lluvias, pero ya no tenía polen, y si se mira desde la calle el maíz, la mayoría de la gente puede decir que lindo que está, cuando no es así. Uno ve la espiga y se ilusiona conque hay algo de maíz, pero entras a mirar y no tiene grano”. Con desazón y resignación adelantó que “el rendimiento de este lote va a ser prácticamente nulo. Un maíz que fue sembrado entre navidad y año nuevo. No lo pudimos sembrar hasta esa fecha porque no contábamos con la humedad necesaria y en las fechas mencionadas tuvimos unas precipitaciones y salimos con todo a sembrar. Arrancó bien y terminó de esta manera, más allá de las apariencias”.
El productor remarcó que “hemos tenido años de sequía con rindes bajos, pero como este ninguno. Jamás nos pasó abrir una espiga y que no tenga grano, que no valga la pena venir con la cosechadora a probar. No sacas un solo choclo para comer. Es algo insólito y el único destino que se le puede llegar a dar a este maíz es el picado o el pastoreo directo. Hacer rollos no se puede porque la caña y el marlo están muy verdes, le cuesta mucho secarse y el rollo termina ardiéndose. Por suerte, en el marco de un panorama complejo, tenemos muy buenos vecinos que se dedican a la ganadería de leche y a la de carne que se han quedado sin pasto y que están interesados en estos lotes y aunque no tenga la calidad necesaria porque las espigas no tienen granos, sirve como forraje para salir del paso”.
El maíz es uno de los cultivos más caros. Requiere de un paquete tecnológico importante que los chacareros pagan a un dólar blue que picó en los 400 pesos y venden a uno oficial que es sensiblemente menor, “nos jugamos a que la sequía se retiraba en Enero y que en Febrero todo volvía a la normalidad, pero no fue así. Como nos había ido muy mal en el de primera apostamos a un pleno en el de segunda al que le pusimos toda la tecnología como para sacar entre siete mil y ocho mil kilos y los rindes van a ser cero”. Acotó que “para llegar a los 8.000 kilos invertimos entre 4000/5000 kilos y terminamos con las manos vacías”. Señaló que “pérdidas de esta magnitud no se pueden amortizar, no hay forma porque es pérdida total” y adelantó que “nos va a llevar varias cosechas buenas recuperar el capital de trabajo. La plata que pusimos en su momento, no la vamos a tener para la próxima campaña, para volver a comprar semillas, fertilizantes, tampoco para abonar el alquileres de los campos”.
La soja
Contó que “entramos a trillar grupos cortos sembradas en el mes de noviembre que son las lograron llenar grano, o formar algo de grano y chaucha con el agua del perfil, antes de la ola de calor de marzo. A mediados de Febrero pintaban para 2.500 kilos que pasaron a 600 kilos, con mucho grano verde inclusive, de promedio por la sequía, falta de lluvia y las sucesivas olas de calor”. Indicó que con esos 600 kilos “no pagamos siquiera el alquiler del campo. Hay que tener en cuenta que hacer una hectárea de soja tiene un costo de 2.400 kilos y para recuperar el dinero invertido el rinde tiene que ser el mencionado y estamos levantando 600, y otros colegas 400 y menos también. Nosotros tenemos lotes que no van a dar nada porque literalmente se quemaron por el combo fatal que resultó la sequía con los días de extremo calor y un sol que rajaba la tierra”.