Cierre de Exportaciones: El gobierno volvió a cometer un error que le cuesta caro y le quita credibilidad al país
La decisión de cerrar las exportaciones cárnicas por 30 días generó una ola de protestas por parte del todo el sector que involucra a varios actores. La Mesa de Enlace Nacional decretó un cese de comercialización que se cumplió en forma rotunda; mientras que industriales y el sindicato de la Carne levantaron su voz pronunciándose en contra de una actividad que le permite al país contar con divisas genuinas…
El daño ya está hecho y la actual gestión de gobierno parece no haber nota del daño provocado por medidas similares tomadas durante el Kirchnerismo, particularmente en el gobierno de Christina Fernández. Los funcionarios parecen no conocer lo que mueve la industria de la carne. Según un informe de la Fada (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina) genera 422.300 empleos directos. Y sólo en la industria frigorífica, en el cierre de exportaciones anterior, 19.800 operarios perdieron sus empleos y no los volvieron a recuperar. Por otra parte alentó a la desinversión en la ganadería, perdiendo el país alrededor de 14 millones de cabezas por una fuerte liquidación de vientres y de rodeos, pasándose muchos productores ganaderos a la agricultura, descuidando instalaciones, alambrados, corrales, mangas, aguadas, que cuando se volvió a invertir en el sector costó reconstruir.
En un comunicado la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina señaló que “El cierre de las exportaciones de carne vacuna implementado por el gobierno nacional no ha tenido los resultados esperados por las autoridades, pese a las advertencias que hicimos los sectores de la producción y de la industria, respecto de que la medida lejos de disminuir el precio de la carne en los mostradores, lo aumentaría. Durante mayo el precio al público de la carne subió 6,1% respecto del mes anterior.
Los daños inmediatos de la medida fueron: pérdida de horas trabajadas, básicamente por la industria exportadora, dado que la mayoría de los establecimientos anticiparon vacaciones, suspendieron con garantía horaria y terminaron los contratos con el personal que se encontraba en esa condición”.
Cabe destacar palabras de Elvio Guia, vicedirector de Federación Agraria Argentina quien manifestara que “frigoríficos que pensaban tomar personal y formarlos para las tareas de faena y demás, no incorporaron gente e inclusive frenaron unas series de obras que pensaban realizar”.
La decisión del gobierno nacional de prohibir las exportaciones extra-cuotas por treinta días tuvo un impacto moderado sobre la faena de hacienda vacuna. En total se faenaron 964,3 mil cabezas de hacienda vacuna en el quinto mes del año, es decir casi 10% menos que en abril pasado, corrigiendo por el número de días laborables. En lo que se refiere a mayo de 2020 la faena descendió 15,8%.
Los números de la producción
La producción primaria (Cabañas, Cría, Engordes a Corral, Invernada y servicios), genera 263.649 puestos de trabajo, la industria 64.875 puestos, la comercialización 77.599 puestos y el transporte 16.183 puestos.
Mitos
Se le quiere hacer creer, a la opinión pública, que la carne sube cuando aumentan las exportaciones, algo totalmente falso, y que habla de un desconocimiento del gobierno de cómo se produce, trabaja que porcentaje queda en la Argentina, y cuánto se destina al exterior. El 75% de lo que se produce se consume en el país, en tanto que el 25% se destina al exterior, y de ese porcentaje un 75% tiene como destino China, gigante asiático que emplea tácticas comerciales capitalistas, aunque el régimen es Comunista. Vale la pena aclarar que a la República Popular se le vende la vaca usada que ya terminó su ciclo productivo.
Pasando en limpio “una carne que no es demandada por el consumidor argentino que prefiere animales livianos y medianos para el famoso asado de tira, vacío, achuras, nalgas para milanesas”, destacó el Doctor José María Varangot, productor agropecuario y dirigente de Faa Entre Ríos.
Es tan desprolijo lo de nuestro país, que el propio Ministro de Agricultura, Ingeniero Luis Basterra, se enteró del cepo a la carne por los medios. Eso sí, miró para otro lado y siguió en el puesto, no sea cosa que pierda la quintita, como la mayoría de los funcionarios que en el caso de ser desplazados de su cargo terminan en una embajada.
Otra de las mentiras que propicia esta gestión es la de que los productores son formadores de precios cuando no es así. Argentina cuenta con 203.381 productores, de los cuales el 87 % no tiene más de 500 cabezas. Otra vez, pasando en limpio, pequeños y medianos productores que llevan su hacienda a la feria ajustándose a la oferta y a la demanda. No tienen la capacidad de mantener sus animales más tiempo de lo necesario. Cuando el novillo está terminado para consumo interno o externo (tres años en el campo como mínimo) lo vende. Lo mismo con la vaca usada, la que tiene bajos índices de preñez o no queda preñada, además de incidir otros factores como el clima. Sin ir muy lejos, la última sequía provocó que un número importante de productores tuvieran que vender o malvender su hacienda, y después ver como rehacían un rodeo ganadero que se estima lleva siete años hacerlo. En cuanto a las exportaciones, con China como principal comprador, en el 2020 se exportaron 900.000 toneladas; mientras que en la gestión del Kirchnerismo solo 200.000 toneladas, siendo la incidencia impositiva, en cada kilo de carne, de casi el 30 %.
La ganadería no es un juego
Tiene sus tiempos. Es una producción, la de carne y buena parte de la de leche, que se realiza al aire libre dependiendo de los avatares del clima que puede castigar con una sequía severa en un extremo, o pasado de agua. Producir un novillo demanda entre dos y tres años, dependiendo si se destina al consumo interno o externo. Lapso en el que la vaca entra en servicio, los 9 meses en el vientre, al pie de la madre por unos siete meses más hasta su destete, la recría, engorde hasta llegar al kilaje necesario. En todo ese tiempo, el productor está encima del rodeo, atento a la sanidad con un servicio veterinario, también en la mejora de las pasturas con praderas y demás que tienen su costo. No es echar las vacas al campo y que se las arreglen. Todo lo contrario. El productor argentino es sumamente eficiente y responsable y no merece que le cambien las reglas de juego con el pretexto de cuidar la mesa de los argentinos con una receta que perjudica a un sector que involucra a casi medio millón de trabajadores privados y al vecino que tiene, con estas medidas, pagar la carne más cara.
En respuesta a algunos funcionarios, que dicen que el kilo de carne cuesta lo mismo en el país que en Europa, bueno es recordar que en Alemania un kilo de bife cuesta 40 euros, unos 4000 pesos argentinos.
Al respecto desde la Federación de Asociaciones Rurales de la Provincia de Entre Ríos señalaron que de “una buena vez, deben dejar de confundir y mentirle a la gente y enfocarse en medidas positivas, cumplibles, novedosas e inteligentes. Ya ha pasado bastante tiempo para seguir recurriendo a la improvisación”…
Ingresos Genuinos
En abril de 2021 los ingresos por exportaciones de carne vacuna sumaron un total de 203,7 millones de dólares. En relación a abril de 2020 se registró una baja de apenas 1,3% (+2,8 millones de dólares). El mayor volumen exportado fue más que compensado por la caída del precio promedio. Según las estadísticas oficiales, el precio promedio fue de 2.931 dólares por tn r/c/h, ubicándose 3,8% inferior al del cuarto mes del año pasado.