El 14 de noviembre es el día de quienes trabajan los 365 días que tiene el año, sin importar festividades, feriados. Las vacas hay que ordeñarlas jornada a jornada.
La cantidad de litros que se producen en el país se mantienen, pero en menos manos, concentrándose la producción en grandes establecimientos, aunque están aquellos que siguen el legado de sus mayores trabajando en el tambo en una escala menor a la de los grandes tambos. Uno de esos productores es Marcelo Schreiner (57 años) que tiene su establecimiento a la vera de la ruta 127 en el km 113 a 10 kilómetros de la ciudad de Bovril en el norte entrerriano.
Schreiner, tercera generación de tamberos, recordó que: “cuando tenía 7 años ayudaba en las tareas de tambo. Todo era a cielo abierto. Se encerraba la ternerada la tarde anterior y se ordeñaba a mano, previa maneada de la vaca, sentado en un banquito. Así pasaban alrededor de 50 ejemplares”.
El tiempo y la tecnología hicieron lo suyo “hace dos años inauguramos un tambo con todas las comodidades. Tenemos 6 bajadas. Hoy tenemos 40 ejemplares en ordeñe, pero normalmente andamos en las 52/55 vacas.”
Contó que el mismo se encarga de inseminar el rodeo lechero, “les destinamos unas 70 de las 130 hectáreas que tenemos; mientras que al resto la dedicamos al rodeo de carne con ejemplares Angus”.
Comentó que: “el precio de la leche es bueno, andamos en los 40 centavos de dólar a tranquera de tambo. Son números que cierran y que esperemos sigan mejorando”.
Dijo que “la meta, un poco más adelante, es la de apostar más a la tecnología, emplear un robot, pero ese ya va a ser tema de los chicos que siguen mi camino”.