El presidente de la Filial Gualeguay de Federación Agraria Entre Ríos hizo un alto en su trabajo, en la manga de un campo del Segundo Distrito, para hablar de temas inherentes al sector y a la filial.

Médico Veterinario de profesión estaba trabajando con un lote de vaquillas de primera parición, algunas con los terneros al pie. Lo hacía junto a un grupo de trabajadores rurales en una jornada de temperatura elevada y con viento. A un costado se encontraba, atado al alambrado, un caballo con el que seguramente se arreó la hacienda hasta los corrales y la manga. Así es la vida en el campo. La mayor parte de las labores al aire libre sin importar las inclemencias del tiempo. Haciendo tacto, aplicando cobre, trabajando en la sanidad de los animales, en los servicios, en una tarea de nunca acabar que solo los que la hacen y los que están en el mundo rural lo entienden.
Consultado sobre los vaivenes de los previos en el ganado vacuno señaló que “tuvimos una recuperación en los valores, luego de un año en el que los precios estuvieron planchados, aunque en la última semana hubo una tendencia a la baja, especialmente en lo que al gordo se refiere. Es de esperar, señaló, que si llueve como esperamos, los precios vuelvan a la normalidad”.
En cuanto a la filial de Gualeguay indicó que “después de un par de años, en la que veníamos con pocos socios, recuperamos federados y sumamos nuevos. Tenemos muchas expectativas y estamos más que seguros que seguirán sumándose afiliados”.
Consultado por la escala económica de productores que tiempo atrás con 50 hectáreas podían vivir dignamente; hoy ya no lo pueden hacer opinó que “en la actualidad es muy difícil de medirlo con la incertidumbre que estamos viviendo. Un productor que siembra 1000 hectáreas la anda peleando por toda la maquinaria y personal que tiene que mover, además de los avatares del clima, los costos de los insumos y demás. En los tambos siempre se habló de cinco mil litros de leche para arriba; mientras que si hablamos de un ganadero de carne, tenemos que hacer referencia a 300 hectáreas para arriba, ya sean propias o alquiladas, como sea, pero tenemos que manejar ese número, para hacer un emprendimiento de al menos 100 madres”.
Indicó que “ya es cuestión de escalas, porque en este país, a todos, pequeño, mediano y grande le está yendo mal por la situación de que no hay reglas claras”.
Sobre la actividad ganadera en el campo del Segundo Distrito dijo que “se estaba aplicando un cobre para reforzar ese mineral y la vacuna contra el carbunclo teniendo en cuenta que se habían dado algunos casos en la zona”. Contó que “hacemos recría en base a alfalfa y raigrás; la vaca se va al norte de la provincia en donde la sequía dejó sus secuelas. Concretamente a campos de Federal y de Villaguay. Lamentablemente tuve que bajar hacienda del norte al centro de la provincia, debido a que en Federal se están cayendo las vacas por la floja condición corporal en la encuentran. Se caen de flacas que están, y en el caso de que se registren las precipitaciones que necesitamos, habría que esperar un mes para que vuelva el pasto”.
En cuanto a políticas relacionadas al campo, consultado sobre que le pediría, sea quien fuere, a la próxima gestión de gobierno señaló que “ libere las exportaciones, que deje libre el mercado, que el mismo, solo, se va a regular . La oferta y la demanda libre sin que se le ponga la pata encima”. Aseveró que “si al campo le aflojan un poco, vamos a producir más de lo que estamos haciendo, porque es lo que sabemos hacer. Así, continúa, el que tiene vacas va a retener más vientres y el que se dedica a la agricultura va a sumar más hectáreas. También que nos aflojen con los impuestos y que no seamos los más castigados de la economía”.
Finalmente, destacó que el “productor vende las vacas que están vacías o viejas a China, en vez de retenerlas como las vacías nuevas por falta de campo, o bien por los buenos precios de la vaca con destino al país asiático”.