Alrededor de un siglo atrás, unos 600 chacareros reunidos en la Sociedad Italiana de Socorro Mutuo e Instrucción de Alcorta en la provincia de Santa Fe abrieron las tranqueras para el más importante movimiento de protesta campesina. Una protesta que marcó un antes y un después en la historia argentina.
Los chacareros, arrendatarios, vivían una situación de cuasi esclavitud, reducidos a la servidumbre, a trabajar por migajas- si es que quedaban- para los grandes terratenientes. Todo comenzó un 25 de junio de 1912, cuando unos 600 chacareros se reunieron para debatir la miserable situación que estaban atravesando.
El resultado fue un paro rural que abarcó a 150.000 productores, muchos de ellos inmigrantes, hijos de inmigrantes y criollos que trabajaban la tierra en condiciones serviles. El paro se hizo sentir en Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y en La Pampa y duró tres meses. Fue el punto límite al que llegaron productores que sufrieron las durísimas sequías de los años 1910 y 1911, además de un brutal ataque de langostas. Las protestas se fueron sucediendo y si bien se consiguieron algunos logros, los mismos no fueron suficientes.
Mientras se desarrollaba la protesta, un grupo de colonos, impulsados por el abogado Netri, hace 111 años, en la Sociedad Giuseppe Garibaldi de Rosario constituyeron la Federación Agraria Argentina, presidida por Antonio Nogueira, de Pergamino. Las luchas de los campesinos sin tierras prosiguieron y con ellas sucesivas conquistas que incluyeron el acceso a la propiedad de la tierra. Una historia que también tuvo como víctimas a algunos de los principales referentes del Grito de Alcorta, como el colono Francisco Menna, asesinado durante un acto en Firmat, y el propio Francisco Netri, también asesinado en Rosario en 1916, en tanto sufrieron cárcel otros, como el párroco José Netri y el colono Ángel Grotti, de Carmen de Arteaga.
El tiempo ha pasado y si bien se han obtenido muchos logros con un rol importante de las cooperativas que fundaron los propios colonos, entidades que han logrado aggiornarse con el tiempo, los problemas de raíz subsisten como la concentración en pocas manos de la tierra, Otro tema pasa por el desarraigo de pequeños y medianos productores, 100 a 200 hectáreas, que debieron vender por cuestiones de sucesión. Las taperas abundan en los campos, en parte por lo mencionado, también por la falta de caminos adecuados y serias falencias de conectividad. La entidad cumple un rol clave en todo lo relacionado al pequeño y mediano productor en las diferentes economías. No solo en las tradicionales como las relacionadas a la ganadería y agricultura. También en economías regionales como citricultura, tabaco, nuez pecan, manzana, pera, vid, lechería entre otras.
En la Federación Agraria Entre Ríos se trabajó duro para que se construya la Colonia Productiva Guardamonte en el departamento Rosario del Tala en donde un número importante de productores tienen sus parcelas en las cuales llevan a cabo diferentes emprendimientos. También se trabajó en la zona de Islas para que los productores que mantienen el legado de sus mayores continúen trabajando en ganadería, forestación, apicultura, nuez pecán y demás, sin ser afectados por leyes que algunos disputados intentaban promulgar sin conocer la idiosincrasia del isleño y el cuidado que tiene el mismo del medio ambiente,
La Federación Agraria tiene una organización interna en la que divide el país en 16 distritos. Está dirigida por un cuerpo de directores, el Consejo Directivo Central, que se elige en el Congreso Anual Ordinario. Su presidente es el mendocino Carlos Achetoni; mientras que el entrerriano de Ramírez, Elvio Guía es el vicepresidente primero.